domingo, septiembre 17, 2006

Un Lugar Eterno

La tormenta la despertó, chocándose y gritando en su ventana. No se despertaba fácilmente. Aún así, no parecía molesta en absoluto. Se había dormido leyendo ni siquiera tapada con la manta, solo con su ropa interior y una camiseta de tirantes. Se quitó el sujetador mágicamente sin quitarse la camiseta. Tenía frío, pero estaba contenta de tenerlo.

Se sienta en la cama apoyando la espalda en la pared. Su pelo está desordenado y los tirantes de su camiseta se resbalan de sus hombros. Sus ojos parecen más verdes, por alguna razón. Su piel es pálida y delicada. Sigue leyendo; sus ojos cambian imperceptiblemente mientras lee.

Lee palabras que le recuerdan cosas bonitas. Un lugar eterno fuera de compromisos, fuera de palabras que atan. Se pregunta si alguna vez se cansaría de esa sensación que guarda como si fuera el más valioso tesoro. Se pregunta cuántas vidas tendría que vivir para cansarse de algo tan increíble y perfecto. ¿Se vuelven la lujuria y el deseo óxido alguna vez? Observa el hueco vacío de la cama a su lado e imagina... y siente, y sueña, y conoce la sensación de estar en un lugar eterno. Sus fantasías vuelan allí de vez en cuando, aunque sus fantasías también están en su cama, en su pálida piel, pero sobre todo en sus ojos. Hay muchos pensamientos que pueden dibujar lujuria y deseo en sus ojos, también los hay que dibujan una preciosa imagen indescifrable. Piensa que ojalá sus fantasías se vuelvan realidad de nuevo, y que algún día, despertada por otra tormenta se sentará en su cama y, tranquilamente, en su valioso silencio, mar de silencio, escribirá sobre su particular lugar eterno donde no existe nada más que esa sensación en la que siempre creerá. Una sensación que no tiene nombre ni definición en el diccionario.

...I'll violate you in the most sensual way...
-"It's All Tears", HIM

[Inspiración: "The Favourite Game", Leonard Cohen. Book II, chapter 9.]