miércoles, noviembre 15, 2006

Esperando a Holly II

Nunca pensó que una persona pudiera cambiar todo tanto... o hasta tal punto. Y eso es por lo que incluso hacer su camino desde casa a la Universidad ha cambiado... tanto. Quiere conocer a Holly pero en su lugar ha quedado con una buena amiga que conoció hace más de un año también por casualidad, por una de esas coincidencias que la vida te ofrece. Imagina la vida como una gran tienda, un centro comercial. Pero entras en las tiendas sin saber qué venden. No son las luces de fuera lo que te atrae a entrar sino tus pies que te llevan dentro.

Se sube en un autobus. Nunca tiene sentido correr para coger un autobús, lo más probable es que empiece a moverse cuando llegas a la puerta y se cierre en tus narices... casi lo mismo que hace la propia vida... esa es la razón por la que no merece la pena correr. Pero le apetece correr por alguna razón y corre, y simplemente porque quiere correr eso le hace sentirse increíblemente libre. Hay un niño llorando en el bus, no sabe si los niños llorando son un mayor misterio que los perros ladrando.

Tal vez un gorro y un abrigo largo vaquero le hacen parecer extranjera. Tal vez no. Tal vez es porque compró ambos el día antes de irse a Londres y que su vida cambiara. Tal vez no. ¿Quién decidió donde poner las paradas de autobús?

Hay un atardecer de tonos naranjas, azules, rosas y morados claros que le encantaría ver desde el Maremagnun... sin coger ningún autobús.
Las luces de la ciudad dicen que es de noche pero en sus ojos, y en su cabeza, siempre es de día... siempre hay luz. Alguien le dijo recientemente que brilla... y se preocupa por recordarlo a menudo. Las cosas chulas brillan. ¿Cambian algo sus uñas negras?

Demasiadas motos, demasiadas luces. ¿Qué pasaría si todo se pusiera oscuro por un segundo?. Todo parece diferente por la noche. Pero, ¿por qué esta frase parece lo normal?. ¿Por qué si a la gente se le pidiera que separara el universo, en terminos de bueno y malo, asociarían la noche con lo malo? Ella no es una de esas personas. Le gusta creer que es diferente, como todo el mundo lo es... la diferencia es que a ella le gusta serlo.
Ya no necesita un mp3 para ir por la calle, la música está en su cabeza... música mágica sin notas... una melodía que le hace sonreír. Está contenta. A Holly también le gustaría esa canción.