jueves, diciembre 28, 2006

Avenida Jose Antonio

"...nada queda de las vueltas que el tiempo nos dió..."

Es curioso como algo puede incluso cambiar la perspectiva de un lugar por el que durante muchos años pasabas cada día tan familiar, tan conocido.


"...y es tan frágil la voz, y es tan débil que soy..."

Todas las líneas, aunque infinitas, tienen un punto de partida. Todos los círculos, aunque nunca acaben ni se rompan, tienen un punto en el que hay más tinta: el punto en el que se empezó a dibujar. A veces, ese lugar es poco preciso, difícil de ubicar en la memoria o situar en el mapa del recuerdo pero, otras veces, ese punto de partida es concreto, lo puedes dibujar, volver a él e incluso fotografiarlo si quieres. Ahora, aquí, observo ese punto de partida: un lugar en el que pasé muchos años, de alguna manera una gran parte de lo que soy; una calle, una parada de autobuses, unos columpios, coches aparcados. Un punto de partida, el primer punto de este círculo, de esta línea. Es como si en este preciso lugar del mundo se condensara mi vida, se une el pasado con el presente. Este fue el principio.

[...] De la misma manera este preciso momento, este ahora, se guardará en la memoria y sonará Bunbury con el eco de una voz que no sé, ni quiero, olvidar. Con mi Eterno Presente. Aquí empezó todo. Turning points. Nunca creí que este preciso y familiar lugar algún día sería tan especial. Nunca creí que este lugar algún día sería donde el Destino pondría otro giro en el camino. En parte, por esta razón, siempre que me quedo mirando mucho rato algún lugar me pregunto si en algún incierto futuro cobrará un significado especial. Aquí comenzó este círculo... y "nunca se acabará o romperá".

Avenida José Antonio, Laredo (Cantabria).